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lunes, 20 de mayo de 2013

La Sonrisa del Arlequín Cap 2

Capítulo 2: El Arlequín de los Bosques

Llevaba horas caminando entre los árboles y no había rastro de los míticos horrores que allí habitaban. No obstante, la situación estaba lejos de ser agradable. Le dolían los pies como si llevase siglos caminando, pese al moño, su pelo seguía enredándose en las ramas y llevaba la melena llena de ramitas y hojas verdes, el sudor se escurría por detrás de sus orejas puntiagudas y le corría por la espalda. Para colmo, había anochecido hacía algunas horas, afortunadamente una brillante luna llena ocupaba el cielo iluminando todo con su resplandor.
Se detuvo un momento a replantearse la situación y ya de paso a descansar unos segundos. Con toda probabilidad no encontraría a nadie a quién preguntar el camino, estaba completamente solo en aquel bosque espeso y oscuro.
Todo estaba tranquilo cuando le pareció oir algo, asustado levantó la vista y se encontro con dos brillantes ojos naranjas mirandole fijamente desde lo alto de un árbol. De la silueta envuelta en sombras solo eran reconocibles dos cosas. La primera un enorme sombrero con un nudo en la parte superior sobre la cabeza y una inhumana sonrisa congelada en el rostro. La sonriente figura lo miraba fijamente sin moverse.
-Debes de ser un buho muy feliz, seguro que estas orgulloso de ese sombrero- Dijo nuestro heroe. Al instante se dio cuenta de lo absurdo de esta observación. Con una sucesión de saltos que demostraban una agilidad felina, la sombra se sentó en un tocón frente a el, siempre sin dejar de sonreir.
-Apuesto a que has visto muchos buhos con sombrero- Dijo comenzando a reirse de forma incontrolable.
Obviamente aquello no era un buho, se asemejaba bastante a un ser humano, pero su cara era un mar de sombras en el que solo se dejaban ver dos ojos naranjas brijantes como carbones al rojo vivo y una enorme sonrisa de afilados dientes que hasta el momento no habia desaparecido ni un instante. Vestía ropas con los colores del bosque, Unos zapatos con largas puntas ligeramente enroscadas y por supuesto, un enorme sombrero que le daba el aspecto de una seta grande.Sus extremidades parecian ser de madera pulida y cubria sus manos con guantes de seda.
A pesar del insólito aspecto de aquella figura misteriosa, no parecia ser una amenaza, así que trató de iniciar una conversación. La pregunta más logica seria "¿Qué eres?" pero no le parecio la mas educada asi que en su lugar dijo:
-No, no he visto buhos con sombrero, èro me encantaría, ¿Quien eres?- El ser con cara de sombra estalló de nuevo en carcajadas
-Bueno, esa pregunta es complicada, nunca me la habia hecho- Mas risas- Supongo que tampoco me importa demasiado.
-¿Y que haces aquí solo?- Preguntó intrigado por la respuesta.
-Bueno- Sus ojos parecian brillar de concentración- Creo que no lo se. Alomejor solo estoy aquí y ya está, siempre he estado aquí, creo que es el mejor lugar para ser feliz- La sonrisa se hizo más grande-Haces preguntas muy raras,¿sabes?
El individuo comenzó a reir de nuevo desquiciadamente.
-Supongo que si- Estaba completamente desconcertado- ¿podrias decirme por donde se sale de aquí?
-Eso depende de a donde quieras llegar-
Se paró a pensar, no sabia qué habia al otro lado del bosque ni que podria encontrar, así que respondio- En realidad me da igual a donde llegar-.
-Entonces no importa el camino que cojas,¿no crees?-La lógica era aplastante, trató de se mas concreto
-No me importa que camino coger muientras llegue a algún lado-Respondio el heroe
-OH! puedes estar seguro de que acabaras llegando a algun lado, solo tienes que caminar lo suficiente- Hizo una pausa y sonrio tan ampliamente que parecia que la boca  se le iba a juntar por el otro lado de la cara a la altura de la nuca.
-¿y a que sitios puedo llegar?-La conversación por fin transcurria por temas interesantes.
-En realidad solo hay dos lugares a los que llegar, La ciudad de los hombres piedra- Dijo señalando la dirección de la ciudad de la que el provenia- Y el muro- se levantó y señalo en dirección opuesta-Alli sabran indicarte mejor, yo no tengo tantas palabras- De nuevo esa risa demente tan característica.
Sintió que la duda lo estaba matando y le hizo la pregunta que tanto le inquietaba:-¿que eres?-
El hombrecillo paro de reir, pero no borro la sonrisa de su cara.- Yo soy una especie única en este lugar, tengo la única sonrisa de la zona!!- la sonrisa se ensanchó-Alguien que se dedica a ser feliz sin mas y transmitir este sentimiento a los demás.
En la ciudad, no existia palabra para un ser asi. El ser debió darse cuenta de la confusión en su rostro y aclaró: -Podria decirse que soy como un payaso, llevo la felicidad conmigo a todas partes.NO! como un arlequín mas bien.
-¿Un arlequín en el bosque?-preguntó extrañado-¿y a quien hace feliz un arlequín en un bosque?
-A los arboles, por supuesto. ¿quien iba a hacerlo si no?¿los hombres piedra?- La naturalidad con la que el arlequín dijo esta respuesta le pareció divertida, y más divertido aun el nombre de "hombres piedra" con el que habia bautizado a la gente de la ciudad.Cuanta razón tenia aquel excentrico arlequín.
-Me ha gustado mucho esta conversación, en el lugar de donde vengo esto no pasa, pero debo seguir mi camino-
-Claro! hacia mucho que no hablaba con nadie, y eres el primer hombre piedra al que no me importaria llamar "amigo"- volvio a sentarse en el tocón y sacó una especie de flauta-¡hasta pronto!-se llevó la flauta a la boca y cuando comenzó a soplar, una melodia fantasmal comenzó a sonar por todo el bosque.
El continuó su camino en dirección a lo que el arlquin de los bosques habia llamado "el muro"
Miles de ideas rondaban su cabeza mientras dejaba atras a su nuevo amigo y la siniestra melodia de la flauta se disipaba en la distancia.


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